jueves, 1 de agosto de 2013

El tercer Dios

El tercer Dios

Todas la creencias humanas en dioses, semidioses, o lo que quiera llamarse, han elegido dos opciones: por un lado, las culturas monoteístas, que reconocen un Dios único y todo poderoso, versus uno malo y dueño del mundo; y, por el otro, la creación de una serie de dioses, humanos, animales, o mitad de ambos.
La tradición inca, en cambio, no hace mención nide uno ni de dos: sino tres. El primero,  Hanan Pacha (mundo de arriba, celestial o supraterrenal), que habita en el mundo celestial y sólo las personas justas pueden entrar en ella, cruzando un puente hecho de cabellos humanos. Es el mundo superior donde habitaban los dioses como Viracocha o Wiracocha, Inti, Mama Quilla, Pachacamac, Mama Cocha, entre otros. El segundo. Kay Pacha (mundo del presente y de aquí): en la cosmovisión andina, Kay Pacha es el nombre del mundo terrenal, donde habitan los seres humanos y pasan sus vidas. Y el tercero, el Uku Pacha (mundo de abajo o mundo de los muertos): en la mitología andina, Uku Pacha era el mundo de abajo o mundo de los muertos, de los niños no nacidos y todo lo que estaba debajo de la superficie de la tierra o del mar. Son muchos realmente, y habitan en las fuentes de agua, cuevas u otras de las aberturas de la superficie terrestre. Eran considerados por los antiguos, líneas de comunicación entre el Uku Pacha y el Kay Pacha.Pero no los veían como el infierno tal como nos lo han hecho creer las culturas judío-cristianos, sino como otro mundo de estadíao tránsito.
Paracleto o espíritu Santo lo llamó Jesús ya convertido en el Cristo resucitado, un ayudador para que acompañara a los discípulos siempre. Un Dios o semidios si se quiere llamar de algún modo, que corresponde en mucho a la figura del Kay Pacha, el Dios del Aquí y del Ahora, más vinculado al día a día de los seres humanos, que a la pugna de dioses mayores del bien y del mal, que en todo caso, la mente humana no llega a comprender, entender y justificar: solo a través del tercer Dios.
Entre ellos, nace esta historia. Tres ayudantes de estos dioses, Esteban, quien es un “señalador” y solo ve el pasado, busca vidas insípidas  y sin sentido, deaquellos que centran su atención en pocas cosas, hasta que llegan a ser víctimas se sí mismo, obsesionándose al punto de la destrucción; es cuando los recogedores hacen su trabajo y él aplaca la ira de los elementos (Uku Pacha). José Daniel, amigo de Esteba, estudiaron juntos en Inglaterra, descubre que Esteban en un “señalador”, el día que regresando de Huancayo a Lima, y un rayo golpea su auto, y recibe la sabiduría de millones de siglos, procedente del mismo Hanan Pacha, y ahora podía ver el futuro inmediato. Ambos se encuentran en la carretera, el domingo 31 de mayo de 1970.
Cuando todo hacía parecer que Esteba y José Daniel se enfrentarían una noche a la salida del bar el Juanito de Barranco, Elizabeth, una vendedora de artesanía en la Plaza Mayor de Barranco, los detiene. No sabían que ella despreció el amor de un tritón y la magia de la vida eterna en el mar, por vivir una vida terrenal, dándole sueños y esperanzas a través de objetos tontos en las que la gente pudiera creer, y algún día, ella misma, pudiera sentir el placer de morir. Nunca le agradó vivir para siempre, como los dioses; soñaba tal vez algún día, con destruirlos. Solo le hacía falta saber ¿cómo?
Los tres inician la aventura de detener la ira de los dioses, explicarse los 50 últimos millones de años de la tierra, la historia de la humanidad, y, decidir aquí y ahora, y de una vez por todas, si los dioses mueren o no… O quizás, ellos mismos, tomen su lugar, con la total y absoluta desaprobación de Elizabeth. «Dejaríamos de ser humanos», dijo alguna vez, «… y eso es lo que más nos envidian».

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